Casarse es una gran bendición, pero también un gran desafío. Muchas personas solteras o divorciadas anhelan casarse con la ilusión de encontrar en el matrimonio esa felicidad que tanto les hace falta, pero alguien dijo en tono de broma que el matrimonio puede parecerse a una torre prohibida, los que están afuera quieren entrar y los que están adentro no haya cómo salirse.