Quién no recuerda, o al menos las gentes de mi generación, aquella magnífica película de John Ford de 1952, “El hombre tranquilo”, con John Wayne y Mauren O´Hara como protagonistas.
Narraba la historia de un exboxeador americano, que volvía a su Irlanda natal después de una azarosa vida. Ese hombre tranquilo, representado por Wayne, también tenía sus momentos de enfado que resolvía con unos puños de hierro. Combinaba pues la tranquilidad con la respuesta contundente cuando era atacado y se pasaban de la raya con él. Sería bueno visionarla de nuevo a la hora de enfrentarnos a lo que está ocurriendo en la Comunidad de Madrid y lo que puede ocurrir en las próximas semanas hasta la fecha clave del 4 de mayo.