Listen

Description

Se acerca un nuevo 25 de Noviembre “Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer”  y constato sobresaltado, que en lo que va de 2020, 44 de ellas (más 3 niños) han sido asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas.

Sí, sí, asesinadas, porque el lenguaje es muy importante, en especial el de ciertos medios que “crean opinión”.

Resulta lamentable que en el caso que nos ocupa y preocupa se lea con demasiada asiduidad: “una mujer muere a manos de su pareja”. Produce estupor e indignación.

Sobre todo si como dicen los expertos en esta lucha contra la violencia machista, resulta muy importante el trabajo sobre la educación y ahí tienen un papel fundamental los medios de comunicación.

¿Cómo acabar con esta lacra?

Compleja pregunta con difícil respuesta. Algo parece evidente a la vista de que la inmensa mayoría de los casos de maltrato, resultan ser del hombre contra la mujer y no al revés.

Que la culpa, o para utilizar un término alejado de la moral cristiana, la responsabilidad, es del hombre. Es por lo tanto nuestra, del que escribe este artículo y también del que lo lea siendo hombre.

Convendría reflexionar que no sólo en este campo destacamos en lo negativo, también en los casos de pederastia o de asesinatos en serie.

Existen pocas evidencias de mujeres acusadas de delitos en estos tres campos.

¿Alguien se ha dedicado a investigar que por el ejemplo en el caso de la iglesia, los mayores casos de abusos se estén produciendo entre los religiosos y no entre las religiosas? ¿Será porque el problema fundamental no es la iglesia sino el género?

Somos pues los hombres los que ejercemos el maltrato, los que estamos implicados en la pederastia, en los crímenes en serie, incluso los grandes genocidios de la humanidad han sido perpetrados por hombres.

No vale aquí, como pretenden algunos, alegar causas de siglos de educación de poder del hombre sobre la mujer, ni siquiera la manida educación judeo-cristiana para justificar lo injustificable. La otra religión monoteísta, el islam, resulta aún más cruel e injusta.

Especialmente en los últimos tiempos donde la capacidad de reflexionar, de analizar y por tanto de rectificar es si cabe mayor que en momentos anteriores...