Seguro ya lo sabes, pero por si las recochinas dudas, te lo recuerdo: el 6 de junio de este año habrá elecciones en 15 estados de México y en el Congreso a nivel nacional. Igual que tú, yo estaré ante una disyuntiva desesperanzadora: votar por alternativas que no nos convencen o no nos gustan del todo o terminar por anular nuestro voto.
Es comprensible y respetable. Se trata de una reacción natural ante la frustración de muchos electores del país que se enfrentan con el dilema de no vernos representados por los partidos políticos o sus candidatos, tanto a nivel municipal, estatal y nacional. Yo también he estado en esa encrucijada y la verdad no han faltado veces en las que he considerado desentenderme por completo de los procesos electorales en otras elecciones ante la raquítica y vergonzosa oferta de los partidos políticos.
Sin embargo, el hecho ineludible es que cada elección es importante salir a votar por alguien, aún cuando no nos convenza.