En un acto que bien podría ser catalogado como el "Festival de la Incoherencia y la Vergüenza Diplomática", el Gobierno federal mexicano y su encargada de despacho, Claudia Sheinbaum, celebraron en cortito y para su audiencia de focas amaestradas con apoyos centaveros la posposición por treinta días de los aranceles del 25% que el siempre delicado y comedido Donald Trump amenaza con imponer a las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos.