El domingo que pasó fue el Día de la Madre, lo celebramos como cada tercer domingo de octubre, porque así lo quiso allá por 1931 el Papa Pío XI para conmemorar la Divina Maternidad de María. Desde tiempos históricos se nos relegó a la maternidad como realización última. Las luchas de las feminidades y disidencias ayudaron a romper con la idea de que nacemos para maternar.