Es interesante observar varias facetas de aquella primera Navidad, pues nos permiten ver o percibir características de nuestro maravilloso Dios. El Rey Eterno, el creador de todas las cosas es un Dios de orden y de detalles que nos motivan a la alegría, al regocijo. Algunas personas creen o piensan en Dios como un ser aburrido o muy serio, incapaz de esbozar una sonrisa. Pero quiero decirles que es todo lo contrario, Dios es genuino, sencillo, le gusta todo toque de belleza, orden, exactitud, decoración, compartimiento, comunión, alegría, gozo, armonía y tantas cosas más. Dios decoró el cielo de estrellas, constelaciones, galaxias, todo en una armoniosa e impresionante movilización en el espacio. Ningún detalle escapa de su control y sabiduría.