¿Qué interesante pregunta verdad? Si tan sólo hubiera algúnmedidor efectivo del amor verdadero y lo pudiéramos aplicar para ver nuestra realidad, ya que es muy fácil juzgar a los demás; pero ¡qué difícil es juzgarnos a nosotrosmismos! Lomás tremendo, es que Dios no va a juzgar a los demás por cómo yo los juzgo, sino con el medidor de su perfecto amor y por esto, lo que nos debiera interesar es que en nuestra vida exista el amor verdadero, pues en esto sí puedo colaborar para que cuando Dios juzgue mi vida, la encuentre tal como Él lo desea.