Velar, ¿por qué velar? ¿De qué hay que cuidarse? ¡Oooh!, de cuántas situaciones en las cuales nuestro enemigo tratará de alejarnos de Dios, de engañarnos para que le fallemos a nuestro Dios.Nuestro camino por la vida, desde que le entregamos nuestro ser al Señor, será una continua estrategia para no perder la relación con Dios y nuestra esperanza de salvación. No estoy hablando de que si la salvación se pierde o no se pierde, sino de que será hasta el último día que estemos en esta tierra que podremos decir como nuestro Señor: “Consumado es” puesmientras estemos en este cuerpo mortal, no debemos atenernos o pensar que ya todo está concluido y que Dios tiene la obligación de salvarnos. ¡Nooo! El Señor dijo un día: “Velad y orad que no entréis en tentación”. O sea que de sus propias palabras vino la advertencia de que fuéramos cuidadosos de nuestro andar en la tierra.