En este mundo, todo es relativo, todo puede ser bueno o malo. Todo depende, dice la gente, y es muy común que se quiera hacer ver bueno algo que es malo, ha capricho o conveniencia del que lo hace. Esto le conviene a la gente y mucho más a satanás, el engañador por excelencia, cuyo deseo es arrastrar a las personas a una eterna confusión. Esto genera frustración, y lleva a la gente a la incertidumbre y a vivir vidas desordenadas creyendo que están bien. Eso es el engaño, y así es como mucha gente va a terminar sus días: ¡engañados! Aun así, hay quienes en esta vida se preguntan: ¡Qué es lo correcto? ¿Cuál es la verdad? ¿Eres tú uno de ellos? La Biblia dice de los engañadores: “¡Hay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo buenomalo; que hacen de la luz tinieblas y de las tinieblas luz, que ponen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! ¡Hay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!” (Isaías 5:20-21).
