Cada mañana con un amanecer, cada noche con una increíblemente vista a la luna, cada paseo en coche con esos cielos llenos de nubes que nos motivan a viajar, cada fruta sabrosa que nos regalan sus árboles, cada melodía de los pájaros por la mañana acompañada con un buen café antes de ir a trabajar... Ah tanto qué agradecerle a nuestra tierra y tan poco que le devolvemos ¿verdad? Este día de la tierra, no nos olvidemos de ella, celebrémosla sí, pero más importante, ¡cuidémosla!