En el mundo de hoy hemos caído en el juego del que menos demuestre gana y esto no ha llevado a estar en una indiferencia total con el otro porque vivimos con el miedo permanente de ser intensos/as. Por esta razón, este capitulo viene a enseñarles que la que "intensidad" no es una defecto y los peligros de caer en este juego de la indiferencia.