En otoño de 1888, todo el planeta miraba a un pequeño, pobre y marginal barrio de Londres, Whitechapel, un lugar que sería el escenario de los crímenes de uno de los asesinos más famosos y mediáticos de todos los tiempos: Jack el Destripador. Sus fechorías conmoverían los cimientos de la sociedad victoriana y acabarían desvelando al mundo la existencia de una Gran Bretaña desconocida, pobre y humillada. Para algunos, Jack fue alguien de la Casa Real, para otros un animal escapado del zoo, un médico, un carnicero, un policía… Pero, a pesar de que Scotland Yard llegó a investigar a más de trescientos sospechosos, jamás se encontró su identidad. Durante apenas setenta días, este fantasma acabó brutalmente con la vida de cinco prostitutas en el East End londinense, sembrando el pánico entre sus pobres habitantes. Aunque Jack no fue el primer asesino en serie de la historia, sus crímenes tuvieron una cobertura mediática sin precedentes que, por supuesto, llegó a España. Pero a nuestro país no solo llegaban las noticias sobre el misterioso Destripador, sino que se llegó a afirmar que el mismísimo Jack, el Destripador de Whitechapel, se paseó por Galicia sembrando el pánico. Esta es su historia.