El 2 de junio de 1953 Isabel II de Inglaterra y I de Escocia era coronada en la Catedral de Westminster en Londres. El arzobispo de Canterbury colocaba sobre la reina la Corona de Gran Bretaña mientras la monarca se encontraba sentada sobre una piedra colocada sobre el trono real. La piedra, robada por el Rey Eduardo I a Escocia en el siglo XIII y conocida como Piedra del Destino o Piedra Scone, ha sido utilizada durante Siglos para coronar a faraones de Egipto y a los Reyes de Irlanda, Escocia e Inglaterra. Se dice que es la piedra que aparece en el Libro del Génesis, empleada como almohada por Jacob y que tenía propiedades mágicas. Esta piedra llegó a Escocia desde Galicia, concretamente desde Brigantium (A Coruña o Betanzos) y su portadora era nada más y nada menos que la futura fundadora y Monarca de los Reinos de Irlanda y Escocia, una Princesa egipcia hija del Faraón Akhenaton y de su esposa Nefertiti. Esta es la historia (y la leyenda) de Scota y la Piedra del Destino, origen de Naciones, y de su paso por Galicia.