El comunicación como en la guerra se necesita una política de contención de los efectos de tal o cual daño.
Quienes planificamos comunicación a sabiendas de que una situación puede o debe provocar tal o cual efecto nos preparamos para una política de contingencia que debe frenar, disminuir o paliar el efecto tal o cual.
Ayer cuando hablaba a propósito de lo que decían las fuentes peledeístas en el sentido de que el danilismo arrollador ha destrozado las viejas estructuras partidarias y que el proyecto presidencia Abel hace lo mismo, no enjuiciamos esas decisiones solo las hicimos evidentes.
Hoy los diarios traen las reacciones a las ultimas salidas de miembros del Comité Central en Salcedo y a la advertencia de que el rancho sigue ardiendo con una respuesta infantil que no contiene los daños.
Decir que el partido se fortalece por la irrupción de caras nuevas es tanta bondad que parece una pendejá.
Una tiene que preguntarse necesariamente porqué esas caras no aparecieron antes. El mejor escenario para producir un cambio es el poder, y en los 20 años que el PLD estuvo en el poder no surgieron liderazgos nuevos. Todo lo contrario. Nos acostumbramos a las mismas caras y a los mismos caudillos.
Eso ocurría en cada provincia y en cada comunidad dominicana en el exterior. Los dirigentes del partido hacían y deshacían y no hubo muchos cambios ni ganas de hacerlo.
Quizá haya alguien que crea que de improviso el danilismo impulsa una gran renovación partidaria pero no nos parece.
El anuncio de ayer tras la reunión del CP de que la organización utilizará virtualmente todos los métodos posibles para elegir a sus candidatos es un indicador.
Abel será ratificado en una asamblea de delegados, habrá encuestas para escoger a los candidatos a legisladores y alcaldes y primarias “semi abiertas” para regidores. Yo no sé que significa primaria semiabierta pero debe ser lo mismo que semi cerrada.
Las mismas fuentes que me explicaron la existencia de un mar de fondo entre los morados me dicen que también hay una crisis de candidaturas.
Mientras en el 16 y el 20 sobraban los aspirantes ahora puede que falten.
Buscar una posición electiva desde la comodidad de un puesto público era una decisión simple ahora hay mucha gente pensándolo.
El PLD pasó de controlar todas las instancias del Estado a una primera minoría en la Cámara de diputados y fue relegado en el congreso. Si alguien cree que las caras nuevas que no aparecieron en 20 años van a recuperar esa organización tendremos el punto de vista m