A dos días de cumplir su primer mes la evaluación del gobierno de Luis Abinader es positiva a pesar del ruido provocado por actores de su propio partido. El grupo de Hipólito Mejía coincide con el PLD en una Junta Central Electoral producto de un reparto y muchos legisladores entienden que le conviene a sus intereses particulares. El PRM no ha podido escoger a tres legisladores que abandonaron sus curules por puestos en el gobierno porque es evidente que no quiere acogerse a la norma democrática del más votado. Como si faltaran ingredientes las designaciones de directores regionales de educación sin concurso copian de mala manera el modelo de cooptación impuesto por el PLD que amañaba los concursos pero los hacía. Abinader insistió en Santiago que su gobierno tiene que trascender a su partido pero parece que no todo el PRM está de acuerdo con el. Hay una parte del PRM que solo quería cambio para llegar al gobierno y la mayoría de la población no está en eso.