Desde La Florida un ciudadano nos escribe para denunciar que la renovación de un pasaporte en el consulado dominicano de esa demarcación cuesta 285 dólares. Puesto en pesos son unos 16, 500 pesos exactamente el salario mínimo imponible dispuesto ayer por la tesorería de la seguridad social. Ese dominicano residente en Orlando viajó a la ciudad de Miami, sede del consulado, para obtener el pasaporte de un hijo que se había extraviado. Gastó combustible y una que otra minucia. Voy a redondear su gasto en 350 dóalares o 20 mil pesos.
Desde el edificio de oficinas Públicas Antonio Guzmán, conocido como El Huacal, un ciudadano nos escribe para contar como es hay un ascensor para ejecutivos y otro para la gleba. Y como si eso fuera poco el de ejecutivos se paraliza hasta por media hora cuando el ministro de lo interior Chu Vasquez va a llegar al lugar. Unos guardias detienen el acceso de otros funcionarios para esperar a Chu. Entonces ocurren dos cosas o ese funcionario con derecho al ascensor ejecutivo espera o le dan un trato preferencia de acceso en el de los comunes que entonces esperan más.
Conozco a Chu de largo tiempo no pensaba que el taconeo de los guardias le iba afectar porque ya había ocupado importantes posiciones públicas, pero nadie puede cuando la M se va a la cabeza.
La población dominicana votó masivamente en contra del PLD y por eso el PRM está en el poder. Pero no votó contra una sigla, votó por un cambio que los últimos ofrecieron y entre otras cosas porque no había otra alternativa viable.
Demasiada gente en el gobierno no acaba de entender eso.
La dirección de compras y contrataciones le ha rechazado por segunda vez una licitación al ministerio de educación por no cumplir el pliego que ellos mismos hicieron. Piden una cosa y luego se dan cuenta que con otra es mejor y eso conduce a creer que el cambio de opinión beneficia a alguien aunque no sea verdad.
Hay mucha gente del gobierno a quien hay que refrescarle la memoria de todo lo que dijeron y prometieron en campaña. Hay que buscarle las declaraciones, los tuits, los post de Instagram y Facebook donde le ofrecieron a dominicanos y dominicanas un cambio que no era de partido sino de la forma de administrar el Estado.
Demasiada gente está corriendo en el carril de adentro para ser más de lo mismo.