A pesar de que el presidente Luis Abinader es el segundo mandatario mejor valorado en América Latina, con una tasa de aceptación superior al 70 por ciento, su gobierno tiene tantos apagones de comunicación que necesita que lo jompeen.
El ultimo incidente lo protagoniza el ministerio publico a quien el mandatario ha dado libertad absoluta. La fiscal Olga Diná le entró a la plataforma Jonpéame provocando una ola de rechazo generalizado y la presidencia tiene que intervenir. La torpeza de la Diná es tal que una colega le recuerda que su trabajo inicial es buscar al violador.
La dirección de jubilaciones somete a la justicia al líder de los cañeros y ya hay varias instituciones importantes metidas en la defensa de un grupo cuyas protestas permanentes beneficiaron la intención del voto al actual gobierno.
Hay un nuevo escandalo en las redes sociales en torno a la nueva ministra de la juventud a quien se imputa convertir el ministerio en una finca.
El común denominador de todo eso es torpeza política expresada en torpeza de comunicación. Los funcionarios tienen tantas ganas de sonar que disparan una nota de prensa hasta cuando van al baño. Pronto habrá que esperar la nota diciendo el ministro tal meará a las tres de la tarde y uso mear para ponerlo bonito.
LA idea de la política y del poder en el PRM no acaba de desprenderse de la práctica del PRD y eso señores ya nadie lo soporta.
