El ministerio publico sigue protagonizando la vida nacional. La llegada de Argenis Contreras no por voluntad propia, sino por la gestión de los procuradores, advierte el seguimiento a un caso que si no el más importante en términos de la persecución de la corrupción de la administración del PLD, señala el momento en que, públicamente, la corrupción llega a la sangre.
Como en las películas de gansters la corrupción en la OMSA llegó a un punto en que necesitó de la muerte para continuar operando.
El caso fue diluido por el anterior ministerio publico que inicialmente trató de ocultar las causas de crimen y que permitió la fuga del principal imputado. Ese ministerio público excluyó al líder del grupo y jefe de la OMSA de la acusación de homicidio y lo dejó en el ilícito de corrupción.
Ustedes recordarán la aciaga rueda de prensa en que la fiscal Diná LLaverías dedicó más tiempo a imputar a la victima que a los acusados.
El papel del ministerio publico es que se haga justicia y que como dijo ayer Ciudadanía Vigilante en Santiago se entienda que la necesidad de sancionar la corrupción es la aspiración fundamental de la población.