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Las evaluaciones Diagnósticas Nacionales realizadas en el año 2018 indican que  solamente el 12.2 por ciento de los estudiantes de tercer grado es capaz de leer con fluidez y comprender lo que lee, y apenas el 4.1 por ciento de los de sexto de primaria alcanza niveles satisfactorios en matemáticas. Después de eso vinieron dos años de pandemia y educación a distancia que por más bulto que se haga no mejoraron los niveles de conocimiento de los niños y niñas más pobres que son quienes asisten a la escuela pública.

República Dominicana sigue teniendo la peor educación del continente y las clases de calidad siguen siendo un privilegio de una élite que paga educación privada. La media de conocimiento de un bachiller dominicano es un sexto grado en países como Argentina o Uruguay.

En enero pasado cuando el mundo entero tenía las escuelas abiertas, la Asociación Dominicana de Profesores se oponía a la reapertura de las aulas. Aunque parezca increíble en el país hay varias escuelas que iniciaron el año escolar en febrero por decisiones individuales de sus direcciones y no ha pasado nada.

Es evidente que al asumir el control de la ADP, según las malas lenguas que con ayuda del partido oficial, el Partido de la Liberación Dominicana ha asumido el gremio como un elemento de presión política y supongo que tiene derecho. Eduardo Hidalgo nunca ha dado muestras de que le preocupa algo que no sea su propio bienestar pero ahora, por suerte le preocupan el sector más privilegiado dentro de los asalariados dominicanos y va por más.

Maestros y maestras tienen un ingreso por encima del 94% de todos los trabajadores públicos y privados pero quieren  mas y para ello el único método de lucha que conocen es dejar de trabajar.

En febrero la Asociación de Colegios Privados se quejaba de la fuga de maestros al sector público porque no podían competir con los salarios que estaba pagando el ministerio de educación. Eso sería muy bueno si el ingreso de los maestros fuera proporcional a la calidad de la gestión publica y de la inversión en educación pero no lo es.

La gerencia del ministerio de educación no puede ser más desastrosa. Ayer me decían maestros que a mayoría de la escuelas no han llegado registros cuando el año escolar le quedan tres meses y los libros se empezaron a distribuir hace dos. Contra los niños y niñas pobres actúan de manera conjunta el interés político del PLD y la torpeza de la gestión gubernamental.

En dos años escolares del gobierno de Abinader no ha aumentado una hora de clase a la tanda extendida y que se conozca no ha mejorado ningún índice.

Personalmente le dije al presidente que a él lo iban a medir por los resultados en educación. Parece que el PLD piensa lo mismo que yo y está haciendo su trabajo. Mientras tanto como siempre, los pobres pagan los platos rotos.