El PRM es un gigante congresual. La nueva conformación del congreso le otorga 146 de 190 diputados y 29 de 32 senadurías. Por eso el proyecto de reforma constitucional del presidente Luis Abinader solo necesita la licencia social pues mecánicamente su partido puede imponernos lo que sea.
Hasta ahora el debate de las reformas es muy superficial, el tema que más tinta ha generado es la designación del procurador o procuradora que ahora es designado por el presidente y en el nuevo esquema sería propuesto por el presidente y aprobado por el Consejo Nacional de la magistratura lo que por lo menos en la actualidad no significa ningún cambio. El único cambio real serían las posibles condicionalidades para ser propuesto: la militancia política y el perfil.
Todos y todas dudamos de que el congreso perremeista afile cuchillo para su garganta pero Luis Abinader no. El presidente está seguro de que el tigueraje de su partido se portará bien y que no intentará meternos gato por liebre luego de estar constituidos como Asamblea revisora.
En un congreso donde se legisla por la fe hay que dudar de la certeza del presidente. En algún punto las políticas públicas y la gerencia del estado va a chocar con la fe $ que es vital para la toma de decisiones de los legisladores.
Todos y todas estamos de acuerdo en que hay que bajar el costo operativo del Congreso que entre sueldos, viáticos y un largo etcétera que lleva el ingreso de 175 mil a 300 además del fondo para las pensiones. Los legisladores tienen seguro médico internacional y contrario al resto de los servidores públicos no lo pierden cuando se jubilan.
El Estado dominicano cuenta con más diputados que países como Guatemala, Colombia, Chile, Ecuador, Honduras, Uruguay, Nicaragua, Panamá, Jamaica, El Salvador y Costa Rica.
El proyecto de reforma establece que las curules por representación geográfica pasarían de 178 a 110, lo que implica la eliminación de 68 puestos. Para reorganizar esta nueva estructura, se debe dividir la población total entre los escaños disponibles.Basado en esta idea, se pasaría de una diputación por cada 50,000 habitantes (como está ahora) a una por cada 98,000 habitantes.
En un país donde el empleo público es una panacea del esquema político ¿porqué el presidente está tan seguro de que los congresistas afilarán cuchillo para su garganta?