El presidente tuvo que salir al frente del locoviejismo partidario con el tema de la reelección y tendrá que hacerlo en torno a procesos de la administración pública que dejaron de ser importantes cuando su partido llegó al poder como es la regulación salarial.
Como el criterio del PLD para la asignación de salarios era lo pegado que se estuviera con los jefes la inequidad salarial es la norma en la administración.
Una sabe que el ministerio de administración tiene mucho ajetreo, pero también tiene una sobrenómina. Es cierto que tienen la urgencia de trabajar con los desvinculados pero también es cierto que en términos de esta administración hay una urgencia de exhibir orden y equidad. Es lo que va a diferenciar a Abinader de sus antecesores.
No serán muchos pero hay gente en el gobierno que empezó a encontrarse bueno lo que antes criticaba. Por suerte los periódicos y el tio Google andan por ahí para recordarlo. Hay una mayoría de la población que por su condición económica no es sensible a estos temas pero no hay manera de luchar contra la corrupción y la impunidad en medio del desorden.
Mucha gente anda en campaña personal y no se observa el espíritu de equipo con el presidente como guía que antes diseñó Joao Santana. La carga es más pesada y la nave más difícil de llevar cuando los remeros no entienden que su trabajo es remar parejo.