El partido reformista es el aliado más importante que tiene el partido oficial con miras a las elecciones municipales y las presidenciales. El segundo es Alianza País.
Aunque el reformista es un grupo que camina a la extinción y que decrece en cada proceso electoral los 74 mil votos que obtuvo en las últimas elecciones presidenciales que significaron un 1.89% del total del electorado tienen un doble valor. Son posibles 74 mil votos que se sumarían al oficialismo y posibles 74 mil votos que se restan al bloque liderado por la FUPU. El otro partido con votos de doble valoración es la minúscula Fuerza Nacional progresista que solo aportó 8 mil votos a Leonel Fernández y que ahora se suma oficialismo.
Por casos como el del partido reformista los partidos que lideran las alianzas hacen mucho esfuerzo en convencer a sus votantes de que aunque para fines de los resultados no importa por qué partido se vote en una alianza, para fines propios cada uno tiene que halar la yuca para su higuera.
Una querida analista dice hoy que la estrategia de la FP es fidelizar el voto en su casilla, que es la tres. Algo así como somos aliados pero vota por mí.
La cantidad de votos que obtiene un partido es su principal elemento de negociación antes y después de un proceso electoral. En el caso de los partidos lapa o garrapatas, es el activo de su negociación en organizaciones que no tienen ni siquiera estructuras locales para apoyar una campaña.
Alianza país es una excepción, tiene gente y estructura en el país completo. Los 39 mil votos que obtuvo en las pasadas elecciones suman un 1% e individualmente supera a todos los aliados del PRM que le sumaron un 4% aunque solo Dominicanos por el cambio superó los 30 mil electores.
El reto de los partidos que lideran las alianzas es sumar, el reto de los partidos que las integran como minoritarios es sobrevivir.