Dos periódicos destacan hoy como el liderazgo de Abinader funciona para una cosa y para otras no. El Congreso le ha aprobado todas las solicitudes de emergencia y préstamos, no así su visión de Código Penal ni la ley de extinción de dominio. Esta perspectiva indica que el presidente de la República que hablará hoy al país para mostrar los logros de su primer año de gobierno, ejerce su liderazgo sobre su partido para una cosa y para otras no.
El Código Penal reintroducido ayer por el senador reformista Ramón Rogelio Genao indica un viraje hacia posturas conservadoras y una intromisión de las iglesias el estatuto legal que habla de la mirada del presidente que, en ningún momento, ha hablado de la posibilidad de observarlo.
No se trata solo de las tres causales y de un tema de salud pública o de los derechos de las mujeres, se trata de la reintroducción de los tribunales militares, se trata de la exclusión de los derechos de minorías, derechos de los consumidores y salvaguarda hacia posibles actos de corrupción de los funcionarios públicos. Uno lo ve así y pareciera una negociación a lo interno de un partido. Yo de doy esto y ustedes me dan lo otro.
El presidente exhibirá hoy logros que son visibles. Los principales son el manejo de la pandemia y la reactivación económica producto de ese manejo. El segundo es la designación de un ministerio público independiente que nos ha permitido ver una luz en la larga lucha contra la corrupción y el manejo personal de los fondos públicos.
Las acciones de la Dirección de Compras y contrataciones que ha frenado decenas de intentos de concursos y procedimientos de urgencia que perjudican al estado indica que la corrupción y los intentos de sacar provecho económico del puesto público están ahí, a la orden del día.
Seguro que Luis Abinader dará buenas noticias hoy, porque las hay. Pero hay una parte aunque sea pequeña de la población que espera medidas de largo plazo. Medidas que no dependan de quien esté al frente de la administración pública o de determinados departamento o incluso de un cambio de opinión.
Por ahora esa visión de largo plazo no está en la agenda presidencial y lo que es peor el presidente se lava las manos ante temas que fueron parte de sus compromisos de campaña dejando la responsabilidad en un congreso que no tiene rostro.
Mucha gente está haciendo cocote en una u otra dirección porque todo depende de la inclinación del presidente. Abinader o cede ante las presiones de la parte atrasada de su partido que solo quiere robar o se plantea una renovación institucional de largo plazo que de garantías a la población sobre sus propias decisiones.
