Durante los años de inercia del ministerio publico en nuestro país la esperanza de justicia de la mayoría de nosotros radicaba en la posibilidad de que desde Estados Unidos se atacara la corrupción local fuera la formal desde el Estado o la informal generada por los vínculos con la delincuencia común.
Las Extradiciones de figuras como Quirino Castillo, Maconi, o del jefe de operaciones de la DNCD Hiraldo Guerrero alentaron la esperanza de que las tramas de complicidades que permitían la operación impune de los narcotraficantes serían desmanteladas cosa que no ocurrió en ningún caso.
Sabemos que no pasó nada porque las autoridades locales no querían que pasara y nunca hubo un esfuerzo por desestructurar los carteles locales.
El caso de César el abusador que se ventila en Puerto Rico pero como una causa federal de los Estados Unidos y que incluye Manuel del Rosario Puente conocido como Toño Leña puede que marque una diferencia.
Por primera vez hay un acuerdo entre las autoridades de ambos Estados para compartir información y eso relevante toda vez que en este caso, los narcotraficantes extraditados desde Colombia enfrentan cadena perpetua. Ya Toño Leña negoció y de seguro que el abusador lo hará. Pero no es lo mismo negociar cuando la pena máxima que se puede imponer es 30 que cuando puede ser cadena perpetua incluso varias cadenas perpetuas y eso ocurre ahora porque lo permite el acuerdo de extradición entre Colombia y Estados Unidos.
Algunos recordarán que ese acuerdo de extradición generó una ola de terror en la Colombia de los 90 pero aun así se impuso.
Otro elemento diferenciador de este caso es la solicitud de decomiso de todos los bienes del abusador no solo los conocidos. En negociaciones anteriores como las de Quirino se permitió a los condenados retener una parte de sus bienes producto de operaciones de lavado.
Nadie es adivino para saber los resultados de este proceso pero si hay una certeza esa es que un hombre que dominó la escena nocturna de la capital por tanto tiempo arrastrará muchos nombres y que hay gente que tiene que estar asustada.