En un país donde los medios de información se han confundido con espectáculos y donde la truchimanería es parte de la historia la temporada de navidad se hace propicia para el tigueraje de todo tipo.
El tigueraje en períodos festivos impuesto por los políticos corruptos no es nuevo. Desde hace 40 años que en el país se adoptan medidas impopulares o se aprueban leyes que no benefician a las mayorías en esta época en que la gente está más atenta al puerco asado y ni siquiera a su precio.
Las fiestas también han sido cortinas para sacar de las cárceles a reclusos que pueden pagar y que se ocultan por un tiempo hasta que la desmemoria se imponga.
Todavía en RD se especula sobre la manera en que salieron de prisión los asesinos de las hermanas Mirabal, para poner un ejemplo. Hemos sabido de la suerte de otros delincuentes responsables de hechos menos sonoros cuando reinciden y el mejor caso es el de la muerte del senador Darío Gómez cuyos asesinos eran presos condenados y a quienes se suponía en prisión.
Este fin de semana se hizo viral el caso de una ciudadana de San Francisco de Macorís que llora ante el hecho de que su ex pareja estuvo violando a su hija por más de cuatro años y sus expectativas de que el abusador sea liberado cuando se conozca la medida de coerción esta mañana.
El abusador se llama Toribio García Acosta alias Toribito y está acusado de violación e incesto dada su relación con la madre de la niña abusada con quien además procreó un hijo.
El video de la madre llorosa y aturdida, daña a la hija puesto que la identifica. Pero es una muestra de la desesperación de una persona que sabe que papeleta mata a menú y que en RD hay toda una jurisprudencia del abuso.
Yo siempre recuerdo el caso de una jueza de la provincia Santo Domingo que el mismo día otorgó fianza a quien violó y asesinó una niña haitiana y mandó a prisión a un ladrón de shampoo.
Las estadísticas dominicanas indican que el 70% de las víctimas de abusos sexuales son niñas y adolescentes. Esas mismas estadísticas indican que en la mayoría de los casos los abusadores son parte del entorno inmediato de esas niñas. El incesto en nuestro país es casi una cultura y ocultar el incesto una costumbre.
Los jueces y juezas que favorecen a los abusadores condenan a la victima que tiene que superar el estigma social y al propio tiempo se ve apabullada por un sistema corrompido.
En otros países los abusadores de niños y niñas tienen que registrarse para que en el caso de se produzca una situación la policía sepa dónde buscar.
Aquí es posible que Toribio García alias Toribito de SFM, que se puede decir su nombre porque hay documentos que certifican el abuso, se mude al lado de otra niña y la abuse porque los jueces le han dado licencia.