Descubrimos que la pena por apropiarse de un bien publico o simplemente robar es menor que la que se impone a un medico que intenta salvar la vida de una mujer por un aborto. Es la propuesta del congreso del cambio. Un congreso igualito al anterior en que se legisla en beneficio propio.
La presión de Estados Unidos que no es poca cosa les obligará a aprobar las leyes de extinción de dominio y la nueva de compras y contrataciones pero seguro le buscarán la vuelta.
Para nosotros los comunes prevalece la máxima ya conocida: Para los ricos la justicia y para lo pobres la ley.
Promover un régimen de consecuencias en equidad es el gran reto de los dominicanos y dominicanas. El sistema está hecho para que sean los pobres quienes paguen los platos rotos de una sociedad muy injusta.
Ahora que estamos en covid las únicas fiestas que aparecen son de los barrios como si los ricos no celebrarán en las estadísticas de abortos solo aparecen las estadísticas de hospitales como si las ricas no abortaran.
El condicionamiento social para la inequidad es tal que el propio pobre se auto discrimina y no alcanza a ver todo lo que le ha negado el estado que le niega una educación y una salud de calidad.
Estoy convencida de que el cambio solo será posible cuando la población lo asuma como una necesidad de supervivencia. Hay mucho de cosmética en acciones oficiales y esa cosmética prevalecerá si la población no entiende que el estado está obligado a ofrecer garantías y todos y todas sus ciudadanos y que no se puede gobernar para los popys y que a wawawá se los lleve el diablo.
