¿Se ha preguntado usted alguna vez por qué aquellas denominaciones cristianas que enfatizan especialmente el discipulado, el estudio bíblico y los temas doctrinales, tienden a descuidar todo lo relacionado con la experiencia cristiana, es decir, las manifestaciones, dones y ministerios sobrenaturales del Espíritu Santo? Por otro lado ¿Por qué será que la gran mayoría de congregaciones donde la oración, las disciplinas espirituales, y el mover del Espíritu en general tienen prioridad, carecen de una base bíblica sólida?