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La motivación como estrategia de aprendizaje es necesaria, indispensable y obligatoria. Cuestionar las prácticas pedagógicas en torno al concepto de motivación suele ocurrir en todas las escuelas o centros educativos. La motivación puede aparecer desde el interior, o bien desde nuestro entorno. Aquí reflexionamos y les contamos como abordar el tema de la motivación.
Siempre que exista aprendizaje algo de motivación debe existir.
La motivación podríamos definirla como un impulso o fuerza necesaria para realizar una determinada acción, una obra o realizar alguna actividad indispensable.
Por lo tanto, siempre necesitamos de la motivación para poder llevar a cabo algunas actividades de manera más natural y de forma agradable. En ocasiones la motivación suele surgir por el gusto de realizar la acción, pero en muchas otras situaciones se despierta por una necesidad básica que debemos suplir.
La motivación como estrategia de aprendizaje
En la escuela y en los procesos de enseñanza, solemos creer que siempre que mantengamos a los estudiantes motivados, estos aprenderán de una manera formidable. Y resulta que en ocasiones esto no es cierto.
La motivación es una buena estrategia para mantener una conexión estable entre los estudiantes y el gusto por aprender, sin embargo, en ocasiones esta motivación suele fracturarse cuando sólo uno de los dos actores del proceso de enseñanza actúa de manera correcta.
Entonces siempre escucharemos la sabia frase: “si a los estudiantes no les gusta lo que tu enseñas, eres un maestro que no los motiva”. Pero esta frase suele caerse completamente al suelo, cuando podemos evidenciar que el estudiante no se encuentra motivado desde su interior, no le encuentra sentido a la enseñanza, y no entiende por qué aprender es fundamental para su vida.
La motivación proviene del exterior del estudiante, sus padres suelen condicionar los comportamientos del niño con premios; sus profesores suelen motivarlo con buenas notas, con puntos positivos, realizando grandes reconocimientos al estudiante.
La motivación proviene del interior del estudiante, de la satisfacción y gusto por aprender, por estudiar, por descubrir, por conocer nuevos mundos. Proviene de los deseos internos de los niños, de su curiosidad, de su amor por entregar lo mejor de ellos en cada situación. Y nunca depende de un estímulo externo.
Eres un excelente ser humano, admira toda esa bondad que hay en ti.