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Al comenzar un nuevo programa, los pastores continuarán revisando el mensaje del Evangelio en la Boca de Pedro, registrado en el libro de Hechos 2. llegando ya a la cuarta parte de este profundo estudio. 

En los programas anteriores conocimos los seis pilares o columnas fundamentales que tenía la Iglesia de Jerusalén y se encuentran en el libro de Hechos capítulo 2 versículos 42, 45 y 46. Estos pilares son: Perseverar en la doctrina de los apóstoles; Comunión unos con otros; Partimiento del pan; Las oraciones; Las posesiones y, Alegría y sencillez de corazón.

En esta nueva edición, los pastores nos hablarán del Segundo Sermón de Pedro que está registrado en Hechos 3: 11- 26. De este sermón podemos extraer tres enseñanzas; Primero, el evangelio trae humildad, segundo, el evangelio es Cristocéntrico y tercero, el evangelio llama al arrepentimiento.

El evangelio trae humildad y exalta a Dios. Aquí están Pedro y Juan sanando a un cojo de nacimiento. Era el momento perfecto para que estos apóstoles se exaltaran a sí mismos por haber hecho este milagro, pero no, no fue así. Ellos respondieron que ese poder y la piedad no proceden de ellos sino de Dios. Pedro menciona lo siguiente: “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús…” (V.13). Los apóstoles le dicen al pueblo que no fijen los ojos en ellos, sino que fijen sus ojos en el Dios de Abraham, en el Dios de Isaac y Jacob porque ahora Dios a glorificado a Su Hijo.

El evangelio humilla al hombre y de paso exalta el nombre del Señor Jesucristo.

¿Cultiva su iglesia una actitud de humildad? ¿Existe tensión entre los cristianos para saber quien es el más espiritual? ¿Se usan algunos dones para clasificar a los cristianos en primera y segunda categoría?

La segunda característica de este segundo sermón de Pedro nos dice que el evangelio es Cristocéntrico. En los versículos 13-18 Jesús es llamado de cuatro formas: Hijo Jesús, Santo y Justo, Autor de la vida y Cristo. El centro del mensaje de Pedro siempre fue Jesús. “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. (Hch. 4.12)

Lo tercero, El evangelio llama al arrepentimiento, Esto aparece en Hechos 3:18-20: “Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y Él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado”.

Programa producido por Radio Armonía, Santiago, Chile.

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