Al continuar con el estudio del “Evangelio en la boca de Pedro” debemos recordar cuatro puntos tratados anteriormente. Lo primero que debemos tener presente es la necesidad del Espíritu Santo para la proclamación del evangelio y su alcance. En Hechos 1: 8, antes de que Jesús ascendiera a los cielos él les dice a sus discípulos:
“Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Lo segundo, que el Espíritu Santo tome control de un ser humano es un hecho de mucha importancia, y, además, lo capacitará para predicar el evangelio del reino de Dios. Tercero, que, a pesar de la persecución, el evangelio sigue creciendo. Y, por último, producto de la persecución nace la iglesia de Antioquía.
Luego de este repaso, el hermano Juan, junto a los pastores habituales, Hernán Contreras y Manuel Rivas, analizarán en este programa y el próximo, seis características que tenía la iglesia en Jerusalén en el primer siglo.
En Hechos 2: 42 encontramos cuatro de estas características: “perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. Más adelante en el versículo 45 y 46 dice que vendían sus posesiones y además estaban juntos con alegría y sencillez de corazón.
Estas características que tenían los salvados nos muestran lo singular, nos muestran los pasos que debe haber en la vida de los creyentes en las congregaciones.
En esta edición se estudiarán las tres primeras características: “Perseveraban en la doctrina de los apóstoles, perseveraban en la comunión unos con otros y perseveraban en el partimiento del pan”.
Programa producido por Radio Armonía, Santiago, Chile.
