Alguien dejó los micrófonos encendidos en el estudio mientras Gabo, Fercho y Lulú esperaban a Raúl que no llegaba. El resultado es un episodio que, desde su título, advierte al oyente que es "bajo su propio riesgo". Así que no nos hacemos responsables por los daños causados, física, psicológica y emocionalmente. Es probable que usted deje de escucharlos a partir de ahora, aunque todos fueron castigados y se les hizo firmar un compromiso en el que juraban no volver a hacer algo similar. ¿Será que dejarán la ociosidad?