No había tema para conversar en este episodio, entonces los ociosos pusieron en práctica su mejor talento: la ociosidad.
El resultado son treinta minutos de conversación inherente a sus gustos en la pornografía y sus experiencias siendo consumidores activos del cine porno en todos estos años, así como el auge con la llegada de Internet y la proliferación de las producciones pornográficas en los últimos años. Sin embargo, como ninguno sabe de estadísticas ni los nombres de los directores, actrices o actores del mundo de la pornografía, no hicieron más que hablar, hablar y hablar. Aún así, le decimos que no sea un oyente precoz y llegue hasta el final. Quizá en el camino aprenda algo.