Se dice que la resiliencia "es la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, transformar en fuerza motora para superarse y salir fortalecido de ellas"; el pesimismo es una perspectiva de vida, desde el ámbito filosófico y como dice González Serrano: "el pesimismo y su ejercicio es revolucionario: nos hace ver qué va mal y analiza qué puede cambiarse". Para evitar caer en el optimismo sentimentaloide cabria bien ser un poco pesimistas y explorar el sentido de resiliencia que cada ser humano desarrolla a lo largo de su existencia.