A medida que los seres humanos progresamos en nuestros conocimientos, tenemos que preguntarnos sobre la clase de mundo al que eso nos llevará. ¿Uno mejor o peor? ¿Más cruel o con mayor bondad? En un laboratorio se han creado curas para enfermedades terribles, pero también armas biológicas. Por supuesto, el libro de Levítico nos invita a reflexionar sobre la necesidad de hacer una ciencia responsable.