Resulta que, en esta era digital, para mandarte un retoque en la selfie, solo necesitás una app de filtros de belleza. Ya sea Facebook, Instagram, Snapchat o Facetune, ¡te hacen el aguante!
La historia de la realidad aumentada arranca en 1990, cuando Tom Caudell, un experto de Boeing, tiró el término mientras buscaba mejoras para la producción de la empresa. La realidad aumentada es cuando ponemos cosas virtuales arriba de la realidad misma, sumándole info extra a esta. Pero ojo la movida no es nueva, ya antes se habían inventado cosas parecidas para relacionarnos con el entorno y darnos datos extra.
Podés tener una piel más suave, una nariz más estilizada o unos labios más “pompis” en un abrir y cerrar de ojos. Los filtros, que están hechos con Inteligencia Artificial, se están poniendo cada vez más zarpados, pero hay que tener cuidado, porque pueden traer consecuencias no tan piolas para nuestra salud mental y física. Dale déjame, te cuento más.