Salir a tomar un cafecito, a cenar y - ahora último - picnics al parque deben ser de las actividades sociales más comunes y también más agradables, a quién no le gusta comer? y si es con una buena compañía mucho mejor. Pero hay un detalle que a veces hace que no todo sea tan agradable, desde el almuerzo al que dices que sí sabiendo que no quieres ir, que no está en tu presupuesto pero es el jefe, hasta ese pequeño momento incómodo de “yo pago la cuenta, no yo la pago, no yo la pago”. Y en realidad no es que esta decisión merezca la pena una temporada de podcast o un gran debate (que seguro hay opiniones muy distintas), pero para hablar entre amigas con una copita de vino en mano y ver qué más hay detrás del gesto de invitar, no invitar, dividir cuenta y muchos otros derivados es un tema muy ameno, así que que si quieres ser nuestra invitada omnipresente en esta conversación que tuve con mi amiga Lesly, ella desde México y yo desde Perú, salud y bienvenida!
-Iris