Jesús no solo nos crea por amor, sino que es tanto su amor, que llega a tener
compasión de nosotros cuando nos ve abatidos, fatigados, como ovejas sin pastor.
¿Quién no ha estado cansado, a veces como que luchando las mismas batallas
todos los días, a veces sin esperanzas, estancados en la rutina, sin saber a donde querer
ir, viviendo sin sentido? Jesús se conmueve hasta sus entrañas cuando nos ve así
y que misterio que el instrumento que utiliza para expresar su compasión, su
ternura y su cercanía son sus discípulos de ese entonces y los discípulos que han venido y
vendrán a lo largo de los siglos.
Jesús pide nuestra colaboración para que su amor llegue a todos los hombres. Jesús
quiere actuar a través de la mediación de las personas.
