¡Muy feliz domingo! El domingo trae una alegría especial que hace de
este día de la semana algo diferente. Y hoy toda la liturgia y sus lecturas nos
invitan a renovar esa alegría en Dios. Es que la vida con Jesús, la vida
espiritual trae verdadera alegría. La vida con Jesús es apasionante, alegre, no
es aburrida, no es monótona, no es fome. Es verdad que esto no quita que no hayan
sacrificios, sufrimientos, tristezas: momentos así van a haber. Ya que seguir a
Jesús no nos quita nuestra humanidad, pero hay un nivel más profundo, que aun
en todo esto se puede tener paz, alegría, porque uno se sabe amado por Dios.
Somos hijos muy amados, y Dios mismo ha dado su vida por nosotros.
