¡Feliz domingo! Jesús nos ama tanto, de tal grado nos quiere que nos cuida, nos muestra este amor. La liturgia hoy nos muestra esta realidad a través de la imagen de la viña, en donde la viña somos nosotros: "Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia". La primera lectura nos habla de un amigo que tiene una viña muy amada que la cavó, la limpió de piedras y la plantó con cepas escogidas; edificó una torre en medio de ella y también excavó un lagar. Jesús se preocupa por nuestra alma, la ama, la llena de detalles, nunca se olvida de ella. Y la ama tanto que viene Él mismo a la viña, a cada una de las almas.