No fue fácil ni mucho menos fue rápido, me tomo muchísimo tiempo pero me curé en salud, y me evité más auto laceraciones. Lo hice tan pequeñito que me cupo en una caja de fósforos para poder llevarlo conmigo a todas partes pero que no me molestara su presencia en el bolsillo. En ese momento fue practico, me dejo seguir mi vida con una tranquilidad medianamente tangible. Estaba ahí, pero no ocupaba espacio, estaba ahí para no dejarme olvidar, para seguir mi vida llevándolo a mi lado, aunque físicamente no estuviera. Para entender que pasar la página no siempre significa cerrar el libro.