Hace unos días leí por ahí que el 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental; al inicio no me pareció algo tan relevante hasta que leí que miles de personas en América no tienen acceso a este derecho humano. Incluso, se me hizo muy extraño que el articulo solo hablara de América cuando en realidad hay muchas personas afectadas por las guerras, por conflictos, por prejuicios o por medidas coercitivas alrededor del mundo, que no tienen acceso a la salud mental.
Ni siquiera había contemplado que esta es un derecho humano, porque en realidad hasta ahora que estamos en medio de sociedades aceleradas, degradadas y cada vez más enfermas, es que todo esto toma sentido y se vuelve una necesidad real y urgente en muchos casos.
Y pensé que, aunque cada vez es más común que se escuche hablar sobre salud mental sigue siendo totalmente nuevo para algunas personas. De hecho, yo recuerdo que cuando estaba en la primaria tenía una maestra de inglés que me daba algunas clases de refuerzo los fines de semana y muchas veces la clase se cancelaba porque ella pasaba muy mal de la gastritis o del colon. Al inicio, yo ni entendía muy bien qué clase de enfermedad era esa. Y tampoco la escuchaba en muchos sitios, pero ahora, no nada más yo tengo experiencia con problemas del colon o con problemas de gastritis, sino que hay muchísimas personas que al igual que yo, viven con ansiedad e incluso con depresión.