"Huésped", de Álvaro Moscoso
La tristeza vive conmigo desde hace algún tiempo, ha encontrado un lugar donde acomodarse y piensa, inocentemente, que se quedará para siempre.
Sé que detesta que yo sea tan mal anfitrión cuando me sorprende ignorándola con una guitarra en mano, un libro de cuentos o una serie de risas espontáneas. Cuando ya no puede soportarlo, recurre a su mejor amiga, la memoria, para poner ante mis ojos fotografías, nombres, fechas, momentos… y una serie de cosas que sabe que voltearán mi atención hacia su presencia.
No les miento si digo que intento disfrutarla y aprender de ella, porque sé que algún día partirá dejándome con la soledad, que ya está harta de verme traicionarla con mi propia compañía.