Palabra de Dios: “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” 1 Juan 4:7-12
Perlas: Dios ES amor; no dice que Dios tiene amor, sino que Él es amor. Es lo que Él es, es Su esencia. La Biblia también dice que fuimos hechos a Su imagen y semejanza, por tanto, el amor no es una opción para nosotros sino que es una necesidad vital. Todos necesitamos ser amados con amor verdadero, amor que no se negocia, no se compra, no se gana, ni se puede perder. Es un regalo que se recibe para siempre. Todos buscamos desesperadamente ese amor que llene nuestros vacíos y satisfaga la necesidad más profunda de nuestro ser. Desafortunadamente, lo buscamos en todos los lugares equivocados, de todas las maneras equivocadas; terminamos comprando sustitutos falsos, a precios muy altos, y lo que recibimos finalmente no es amor porque el verdadero amor no está a la venta. Acabamos de leer que ya Dios nos AMÓ, Él escogió amarnos y ya SOMOS amados. Lo único que tenemos que hacer es RECIBIRLO. Al ser llenos de Su amor, nuestras heridas sanarán, el vacío será lleno y podremos realmente AMAR a las personas a nuestro alrededor.
Oración: Reconozco mi necesidad de ser amado y las maneras cómo he tratado de llenar mis vacíos. Ahora entiendo que solo Tu amor, Señor, puede llenarme. No hay nada que tenga que hacer para merecerlo o comprarlo, ni tampoco puedo hacer nada para perderlo. No depende de mí, sino de Ti. Tú eres Amor. Tú me amaste primero, Tú escogiste amarme para siempre. Hoy recibo Tu amor dentro de mi ser, lo abrazo y lo atesoro. Escojo creer y confieso que soy amado. Enséñame a vivir como un hijo amado y a amar a mi familia con el amor con el que Tú me has amado. Amén.
Reto del día: Medita durante todo este día en esta verdad: Ya Dios te amó.
Pastores Jaime y Liliana García
