Palabra de Dios: “Este es mi consuelo en la aflicción, que Tu Palabra me ha vivificado.” (Salmos 119:50)
Perlas: Cuando llega a nuestras vidas algo que no esperábamos, cuando vienen esos vientos fuertes que muchas veces logran tumbarnos, es justo cuando es necesario mirar hacia atrás y ver cómo el Señor y Su Palabra nos sostuvieron durante la angustia en otros tiempos, cuando Sus promesas se convirtieron en nuestra ancla y escudo. Por sobre todas las cosas, recordemos que esa Palabra sopló vida dentro de nosotros, y nos vivificó cada vez que lo necesitamos. Inmediatamente nacen la esperanza y la certeza de que la aflicción de este tiempo no será la excepción. Ayer, hoy y por siempre Dios utilizará Su Palabra para levantarnos.
Oración: Espíritu Santo de Dios, guíame a leer Tu Palabra, para que se vuelva vida en mí, pueda comprenderla, atesorarla y permitir que quede escrita en mi mente y en mi corazón, para que sea lámpara a mis pies, un paso a la vez, un día a la vez. Consuélame Padre a través de Tu Palabra. Amén.
Reto del día: Escoge un libro de la Biblia y lee un capítulo cada día. Comienza hoy.
