Palabra de Dios: “Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.” (Salmos 23:4)
Perlas: El valle de sombra de muerte simboliza tiempos de profunda aflicción y sufrimiento. Jesús nos prometió que nunca nos dejaría ni abandonaría, por tanto, no ha habido ningún momento en nuestras vidas, en el que Él no haya estado presente. Sin importar si nosotros tenemos la capacidad de percibir Su presencia o no, la verdad es que Él está activa y soberanamente involucrado en todo lo que nos acontece.
La vara y el cayado son elementos que utilizan los pastores para cuidar de sus ovejas (de ataques externos y de ellas mismas) protegerlas de los lobos, evitar que se alejen del rebaño, impedir que se pierdan, y mantenerlas suficientemente cerca. De manera similar, nuestro Pastor, Jesús, utiliza la “vara y el cayado” para cuidarnos, corregirnos, protegernos y atraernos hacia Él. Nos defiende, nos enseña y nos conquista cada día para que permanezcamos en Él.
Oración: Señor, qué bendición es saber que Tú eres mi Pastor, y que mi alma puede descansar en esa verdad. Hoy quiero darte las gracias porque nunca he estado solo, y aunque a veces no te pueda ver en medio del valle de sombra de muerte, mi espíritu sabe que estás. Séllame con la certeza de Tu presencia e invádeme con esa paz que sobrepasa lo que mi mente logra comprender. Tu vara y Tu cayado me infunden aliento…hoy recibo el aliento del cielo que me levanta para seguir hacia adelante. En el nombre de Jesús. Amén.
Reto del día: Recuerda un momento muy oscuro y difícil de tu vida, en el que sentías que no sobrevivirías. Recuerda cómo Dios estuvo contigo, te cuidó, te amó y utilizó aquellas circunstancias difíciles para transformarte y bendecirte. Piensa en esto por un momento y permite que renazcan en tu corazón, la gratitud y la certeza de que una vez más Él lo hará.
