Palabra de Dios: “ Te hice padre de muchas naciones”. Eso sucedió porque. Eso sucedió porque Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y crea cosas nuevas de la nada. Aun cuando no había motivos para tener esperanza, Abraham siguió teniendo esperanza porque había creído en que llegaría a ser el padre de muchas naciones. Pues Dios le había dicho: «Esa es la cantidad de descendientes que tendrás»
Romanos 4:17-18
Perlas: Dios nos llama a que creamos en Él, y a que le creamos lo que Él nos dice. Abraham le creyó al Dios que puede dar vida al que está muerto, el Dios que llama las cosas que no son como si fueran, porque ya Él sabe que serán. Ese es nuestro Dios. Creer aún cuando no hay motivos para esperanza, es seguir creyendo aún cuando ya no hay razones para creer, excepto que Dios lo dijo, por tanto será. Dios también nos pide a nosotros que llamemos las cosas que no son como si fueran. Todo lo que Dios nos ha prometido ocurrirá. Hagamos buen uso del poder de nuestra boca confesando las promesas de Dios, declarando sobre nuestra vida lo que Dios ha dicho aunque aún no sea real en el mundo natural.
El poder de nuestras palabras fue dado por Dios, el mismo que con Su palabra creó todas las cosas cuando no había nada. Llamemos las cosas que aún no son como si fueran. Si Dios te ha prometido sanidad, no hables el lenguaje de la enfermedad, habla de tu cuerpo ya sanado, de acuerdo con la promesa. Si Dios te ha prometido puertas abiertas y abundancia, no maldigas tu situación financiera, no te quejes; más bien habla de la fidelidad de Dios, y declara que los días de escasez están llegando a su fin. Da gracias por lo que ya te fue dado en el mundo espiritual, pero que aún tus ojos no lo ven. Si Dios te ha prometido que tu familia será restaurada, no maldigas tu esposo/a, no hables mal de tus hijos ni a tus hijos. Bendícelos. Si tienes a alguien a quien amas, y que hoy día está perdido, deja de referirte a él/ella con palabras denigrantes (porque de esa manera lo hundes más). En cambio, pronuncia palabrasproféticas, refiérete a él/ella como “aquel cuya vida será un gran testimonio del poder de Dios, aquel que será usado por Dios para sanar a otros”. A pesar de lo que tus ojos ven, declara con tu boca que tienes una familia sana, y que serán de testimonio para muchos.
Dios es todopoderoso y más que suficiente para cumplir lo que promete. Nosotros tenemos que creerle y comenzar a llamar las cosas que no son, como si fueran.
Oración: Gracias Señor porque me estás enseñando a ser sabio y astuto para administrar el poder que me has dado. Gracias porque me has dado la fe para creerte. Gracias porque puedo cambiar lo que digo, y eso traerá cambios a todos los aspectos de mi vida. Gracias por Tus promesas, y gracias porque puedo comenzar a llamar las cosas que no son como si fueran.
Reto del día: ¿Qué promesas Dios te ha dado y aún no se han manifestado en el mundo natural? Escríbelas. Pídele al Señor que te enseñe cómo comenzar a hablar de las promesas como si ya fueran, porque de cierto serán.
