Palabra de Dios: “Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo, al percibir el agua reverdecerá, y hará copa como planta nueva. (al sentir el agua renacerá y echará nuevos brotes como un árbol recién plantado).” Job 14:7-9
Perlas: ¡Qué promesa tan poderosa! Una promesa de nueva vida para aquellos que sienten que todo terminó. Recuerdo haber sentido que mi vida había terminado, pero desde la perspectiva de Dios, realmente estaba a punto de comenzar. Sí,de hecho terminó una vida, terminó la vida como la estaba viviendo, pero Dios tenía una nueva vida esperando por mí. Mi parte era rendirme, creer y obedecer sin entender. Eso hice y aquí estoy. Estoy viva, disfrutando mi nueva vida por 18 años ya, y han sido los mejores.
Entiendo, porque lo viví, cuando el enemigo te dice que todo terminó para ti, que tu matrimonio murió, que tu familia se acabó para siempre, que no sirves para nada, que tu ministerio y tu llamado murieron. Y miras a tu alrededor y pareciera que el enemigo tiene razón, todo se ve oscuro, no hay esperanza, no hay vida, todo terminó, y nos hundimos en un hueco de dolor, angustia y desesperación. PERO, Dios, el Rey Soberano está viendo todo, nada se le ha salido de Sus manos, y su misericordia nunca se acaba. Su gracia nos alcanza. Nuestro clamor llega a Sus oídos y Dios interviene para cumplir Su propósito; Él siempre tiene un propósito con todo lo que vivimos.
Al leer hoy en la Biblia acerca del árbol cortado, tirado por tierra y seco, “muerto en el polvo”…¡Recuerdo sentirme así! ¿Te sientes así? Entonces escucha con tus oídos espirituales: Hay Esperanza. Dice el Señor que “al percibir el agua reverdecerá, o renacerá, y que echará nuevas ramas como árbol recién plantado” ¡Esto es maravilloso! El Señor derrama el agua de Su Palabra, Él envía Su Río de amor y sanidad, y cuando percibimos Su agua…reverdecemos!!! Cree esta promesa, recíbela y declara VIDA sobre todo aquello que enemigo declaró como muerto.
Oración: Gracias porque en Tu Palabra hay vida. Gracias por estar conmigo en medio de la angustia y por escuchar mi clamor. Confieso Padre que sí hay áreas en mi vida que siento que murieron y perdí la esperanza, pero hoy al escuchar Tu Palabra, mi espíritu está recibiendo esperanza…el agua de Tu Palabra tocando mis raíces; estoy percibiendo Tu río de amor y sanidad entrando a mi vida. Yo declaro, confieso y profetizo VIDA sobre mi cuerpo, mi alma y mi espíritu. VIDA sobre mi matrimonio. VIDA sobre cada uno de mis hijos y mi relación con ellos. VIDA sobre mis finanzas. VIDA sobre mi llamado. Creo con todo mi corazón que tendré la experiencia de ese árbol, que aunque parecía muerto, ¡reverdeció! Echaré nuevas ramas, como árbol recién plantado, daré frutos abundantes y mi árbol llegará a ser tan frondoso que daré sombra y esperanza a otros. En el nombre de Jesús. Amén.
Reto del día: ¿Cuáles son esas áreas de tu vida que habías dado por muertas? Escríbelas y entrégalas al Dios que resucita muertos, al Dios que te ama sin condiciones, Aquel que te da vida y propósito. Luego, dibuja la promesa que Dios te está entregando hoy a través de Job 14:7-9, representando tu vida como ese árbol cortado y seco. Dibuja el río (el agua) de Dios llegando a las raíces, y el árbol reverdeciendo (nuevas ramas, nuevos frutos, nueva vida).
