Palabra de Dios: “Por todos lados nos presionan las dificultades, pero no nos aplastan. Estamos perplejos pero no caemos en la desesperación. Somos perseguidos pero nunca abandonados por Dios. Somos derribados, pero no destruidos.”
2 Corintios 4:8-9 NTV
Perlas: Jesús dijo que en este mundo tendríamos aflicciones, pero que no temiéramos porque Él había vencido al mundo. Vivimos en un mundo caído y cada vez más oscuro, pero Dios sigue siendo Dios, Él sigue siendo Rey soberano, al control de todas las cosas. Él cuida lo que es Suyo, y en esa verdad podemos descansar. Él es nuestra fuente de seguridad. Únicamente en Él podemos vivir seguros; ninguna cantidad de dinero es suficiente para que alguien se sienta seguro (siempre necesitan más, y entre más tienen, más inseguros se sienten). Ningún país en el mundo puede prometer seguridad a sus ciudadanos. Ningún trabajo, cargo o posición son garantizados; ninguna relación o persona es infalible. Todo en esta vida puede fallar. Cualquier castillo o imperio puede venirse abajo y colapsar. Podemos sentir fuertes presiones, quedar perplejos ante lo que nuestros ojos ven, y aún ser perseguidos o derribados, porque no aplaudimos lo que el mundo aplaude, PERO, Dios nos ASEGURA (y Él no puede mentir) que no podrán destruirnos, y que Él nunca abandonará.
Si realmente anhelamos llegar a vivir seguros en Él, tenemos que aprender a confiar en Él y en lo que Él nos dice. Nuestra vida necesita tener un fundamento que nada ni nadie pueda mover; el único fundamento real, la única roca inamovible es Dios y Su Palabra. Todo lo demás puede cambiar, dejar de ser, o fallar, pero Dios y Su Palabra permanecen para siempre. Dentro de un mundo tan incierto (la incertidumbre produce mucha inseguridad), lo único, Aquel único cierto, Cristo, habita dentro de ti y de mí. ¿No estás seguro cuál camino seguir en medio de tantos caminos? Él es el camino. ¿No estás seguro cuál es la verdad en medio de tantas “verdades”? Él es la verdad. ¿No estás seguro cómo vivir tu vida o si vale la pena seguir viviendo? Él es la vida.
Necesitamos desistir de la tarea frustrante de tratar de encontrar seguridad en las fuentes incorrectas, aquello que jamás nos puede dar seguridad, cosas y/o personas que hoy están y mañana no están. Lo único sobre lo cual podemos construir nuestra seguridad se llama Cristo.
Oración: Señor, no sé por dónde empezar. Creo que necesito que me reveles cuáles son todos aquellos fundamentos falsos sobre los que he pretendido construir mi seguridad. (Escribe lo que Dios te revela). Padre, en el nombre de Jesús, renuncio a una por una de estas cosas. Te pido perdón por pretender que estas cosas o personas me dieran seguridad. Acepto que me he equivocado y me perdí en el camino buscando en todos los lugares equivocados lo que solo Tú puedes darme. Señor, me arrojo en Tus brazos de amor. Sáname, yo mismo me he causado muchas heridas en esta búsqueda. Enséñame, Espíritu Santo, a confiar en Ti y a cada día fundamentar mi vida y mi seguridad en Ti, en quién Tú eres y en quién yo soy para Ti, lo que Tú dices de mí, lo que Tú piensas de mí, Tus planes y Tus propósitos para mí.
Reto del día: Muchas veces la inseguridad es definida como auto-sabotaje. Piensa en esto y en las muchas veces que la inseguridad te ha paralizado y te ha impedido hacer lo que anhelabas hacer y lo fuiste llamado a ser y hacer. Haz un listado de todas esas pérdidas. Después, habla con Dios sobre esto, entrégale tu corazón y haz un compromiso con Él de nunca más permitir que la inseguridad te paralice y un compromiso de permitirle sanarte.
