Palabra de Dios: “Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a uds en Cristo.” (Efesios 4:12)
Perlas: Todo tiene que comenzar por nuestro propio arrepentimiento. Solo alguien que ha podido ver su pecado (su bajeza) se arrepiente, pide y recibe perdón de Dios, y solo esa persona estará posibilitada para perdonar. Es necesario ser perdonado y ser receptor del perdón de Dios, para luego poder perdonar a los demás con ese mismo perdón con el que hemos sido perdonados. En el versículo de hoy, el Señor nos llama a entregar a los demás la misma bondad, la compasión y el perdón que hemos recibido de Él. Si hacemos esto, seremos libres para vivir nuestras vidas en paz, sin resentimientos. Cuando una persona escoge no perdonar, tomando la posición de juez (que es un lugar que solo le corresponde a Dios) se está condenando a sí misma a una vida de amargura, a una vida de esclavitud en la cual le ha entregado las llaves (el control) de su vida a aquellos que lo han herido, de quienes dice que quiere ser libre, pero se mantiene encadenado a ellos a través de la falta del perdón.
Oración: Señor, no quiero ser esclavo de aquellos que me han hecho daño, al contrario, quiero ser libre de ellos, pues lo que menos quiero es seguir encadenado a ellos. Hoy te pido Señor, que hagas de mí un hombre/una mujer con un corazón perdonador. Mantenme consciente de cuánta bondad, cuánta compasión y cuánto perdón he recibido de ti. Hoy te pido perdón porque en lugar de perdonar y tener compasión, he juzgado y he vivido resentido, y hasta he llegado al punto de la amargura muchas veces. No quiero continuar mi vida de esta manera. En este momento, tomo la decisión espiritual de tomar del perdón que Tú me has dado y con ese perdón, perdonar a cada persona que me ha ofendido, persona por persona, herida por herida.
Reto del día: Analiza estas preguntas y respóndeme en oración. ¿Cuáles son esas personas a las que no puedes ni escuchar mencionar? ¿Quiénes son aquellos en los que no quisieras seguir pensando, pero son tu último pensamiento antes de dormir, y tu primer pensamiento al despertar? Estas son las primeras personas que necesitas perdonar en tu corazón para que puedas retomar tu vida. Recuerda: tenemos que perdonar para poder realmente vivir.
Pastores Jaime y Liliana García
